Pequeño y rápido análisis de los resultados en las elecciones andaluzas de ayer:
Viendo algunas opiniones desde FE-JONS creemos que se está cayendo en un triunfalismo sin razón de ser, es cierto que se aumenta en número general de votos, pero porque se aumenta (como es lógico) en las provincias en las que no hubo candidatura anterior, y de hecho se desciende en las 3 provincias que repiten candidatura. El gran problema de los falangistas: no queremos reconocer que tenemos un problema y, por lo tanto, jamás lo arreglaremos.
El lado positivo: se ha conseguido candidatura en 7 de las 8 provincias.
Y el lado verdaderamente positivo de estos resultados: hay un espacio, o un nicho como dicen ahora los publicistas, para la opción falangista. 2400 votos que podían haber estado cerca de los 3000 sin el error Córdoba, estos votos frente a los 8000 de PACMA, como séptimo partido en votos, y frente a los 20000 de EQUO, como sexto partido. Está claro que la opción quinto partido ya se va a los 100000 y está muy lejos.
Partiendo de esos 3000, no creemos que la distancia sea insalvable hasta el 7º o 6º puesto, siempre que las cosas se hagan bien, como deben hacerse y no como se hacen. Eso si, requerimos trabajo, trabajo, trabajo, y formación, formación formación, y, por supuesto, una profunda trasnformación del falangismo en sus maneras, sus estructuras y su organización, y todo ello pasa, no ya por la unidad, sino por el trabajo conjunto sin menosprecios a opciones aún más minoritarias que las propias, abandonando el falangistómetro de la pureza azul sin caer en el facherío retrógrado sólo por aunar fuerzas.
Estas elecciones han dejado claro que hay un sitio para nosotros, y que el techo que tenemos encima sólo lo hemos puesto nosotros mismos por nuestra incapacidad y nuestra irresponsabilidad.
